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19 Octubre 2022

Emotiva entrega de insignias de oro y plata a los entrenadores afiliados a la RFFM desde 1992 y 2002, con homenaje especial a la Selección Olímpica de los JJOO Barcelona 92

Emociones, recuerdos, reencuentros... Jornada muy emotiva la que se vivió en el 'Acto de entrega de insignias de oro y plata' organizado por el Comité de Entrenadores y Preparadores Físicos de la Real Federación de Fútbol de Madrid (RFFM).

Emociones, recuerdos, reencuentros... Jornada muy emotiva la que se vivió en el 'Acto de entrega de insignias de oro y plata' organizado por el Comité de Entrenadores y Preparadores Físicos de la Real Federación de Fútbol de Madrid (RFFM), que preside Roberto Fresnedoso, en el que se homenajeó a aquellos entrenadores y entrenadoras afiliados ininterrumpidamente durante 20 y 30 años al Comité, además de hacerle un guiño emotivo y especial a la medalla de oro logrado por la Selección Olímpica en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.

"Al final se trata de hacerles ese homenaje y reconocimiento a los entrenadores y, en la medida que podamos, conseguir emocionarlos por la trayectoria que tienen", afirmó Roberto Fresnedoso, que en su discurso inicial hizo referencia a la obligatoriedad de ejercer como entrenador de un equipo con el título acreditativo que se propugna definitivamente tanto desde la RFFM como desde la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), representado en el acto con el Presidente del Comité de Entrenadores, David Gutiérrez, que se sintió "como en casa por el trato recibido una vez más".

Para homenajear a la Selección Olímpica se contó con la presencia de Roberto Solozábal, capitán de aquella selección, emocionado al ver al seleccionador Vicente Miera y a sus ayudantes Miguel Sánchez y José Antonio Gaspar: "Me ha hecho mucha ilusión verles. Cuando somos jugadores siempre tenemos nuestros más y nuestros menos con la figura del entrenador, pero ellos intentan hacer su labor lo mejor posible y muchas veces nos ayudan a ser mejores".

Para finalizar el acto, tomó la palabra Paco Díez, presidente de la RFFM: "El acto ha sido espectacular y después de los dos años de la pandemia, todo lo que vamos recuperando son sentimientos y no tenemos que olvidarnos que a los humanos los sentimientos nos hacen más cercanos. El entrenador es un formador por encima de todo, por eso hay que ser un poco psicólogo, un poco padre, un poco confesor y sobre todo hay que tener mucha paciencia".