Hace apenas una semana, el Olivo Arena acogía la final del Campeonato de Europa sub 19 entre España y Portugal con Fede Vidal y Jorge Braz en el palco viendo a los que pueden ser sus futuros pupilos. Este domingo, a casi 10.000 kilómetros de distancia, ambas selecciones, esta vez absolutas, se volverán a ver las caras. Ahora, ambos técnicos estarán en el banquillo dirigiendo a sus jugadores.

Será un capítulo más en la rivalidad entre ambos países en el fútbol sala. En los últimos meses no ha sido sólo este Europeo sub 19, también fue el femenino. Dos duelos en los que los españoles salieron victoriosos. En febrero fue el Europeo absoluto, con triunfo luso, como anteriormente en septiembre en el Mundial de Lituania. Son dos derrotas que han dolido especialmente a los de Fede Vidal. El balance entre españoles y lusos es muy contundente a favor de España (27 victorias, cinco empates y cinco derrotas), pero tres de esos resultados favorables para Portugal han sido en los últimos cuatro años.

En Buenos Aires, en la Finalissima, toca revancha. España busca inaugurar de nuevo el palmarés de un torneo con el sello de la UEFA. Lo hizo en el Campeonato de Europa masculino absoluto en 1996, repitió con el femenino absoluto en 2019 y ese mismo año alzó el sub 19. En esta Finalissima también busca ser el primero en proclamarse campeón.

Dos equipos que se conocen bien y con jugadores que comparten vestuario esta misma temporada. Sergio Lozano, Catela, Adolfo, Dídac y Antonio Pérez tendrán enfrente a su compañero André Coelho; Boyis tratará de batir al meta Edu Sousa y Esteban, ahora en el Sporting de Portugal, se medirá a Joao Matos, Tomás Paçó, Erick, Pany Varela, Zicky Té y Hugo Neves. A partir de la semana que viene, sus objetivos serán comunes, pero ahora los españoles estarán de un lado y los portugueses de otro. Hay un título internacional en juego.