Hace hoy 70 años... fuimos campeones del mundo
El 19 de abril de 1954, la Selección Española de Fútbol se coronó campeona del mundo en categoría juvenil; un precedente lejano, aunque debería ser inolvidable, de los éxitos de nuestras selecciones inferiores en los últimos años
La sequía de títulos que padeció España desde los años 50 y hasta 1964 tuvo una excepción hace ahora justo 70 años. Mucho antes de 2010 la selección fue campeona del mundo… juvenil. Los campeonatos juveniles, nacidos en 1948 por iniciativa de Louis Pelletier, presidente de la Comisión Central de Fútbol Juvenil de la Federación Francesa, y con el apoyo del secretario general de la FIFA, Stanley Rous, fueron el escenario de este triunfo español.
A aquel “mundial” juvenil de 1954 España llegó como campeona del V Torneo Internacional Juvenil que se disputó en Barcelona del 13 al 17 de abril de 1952.
En 1954 el Torneo fue de carácter mundial y se disputó en Alemania. El equipo estuvo dirigido por toda una institución del periodismo y el fútbol español, Ramón Melcón, que convocó a 18 jugadores, algunos llamados a hacer historia como Olivella.
Porteros: Sierra (Zaragoza) y Joanet (Español de Barcelona)
Defensas: Olivella (Barcelona), Simó (Barcelona), Arriola (Plus Ultra de Madrid), Maraver (Sevilla), y Careaga (Atlético de Deusto).
Medios: Botana (Deportivo de La Coruña), Muñoz (Sabadell) y Echeverría (Deportivo Guecho).
Delanteros: Vega (Granollers), Allende (Barcelona), Cela (D. Universitario de Barcelona), Martín (Plus Ultra), Polo (Madrid), Álvarez (Sevilla), Erdocia (Juventus OAR de Vizcaya) y Arberas (Andoaindarra de Andoain).
En la fase previa, España se impuso a Yugoslavia por 2-0 con goles de Echeverría y Cela. Luego a Irlanda 3-1 con goles de Vega, Polo y Martín y a Portugal por 6-0 con triplete de Cela, doblete de Polo y uno de Álvarez.
Las semifinales se disputaron entre Alemania Federal que ganó 2-1 a Turquía y España que se impuso 1-0 a Argentina gracias a un tanto de Cela.
La final entre Alemania y España concluyó 2-2; y tras la prórroga, por mejor golaveraje, España se proclamó campeona del VIl Torneo Internacional Juvenil de la FIFA.
En la final anotaron Cela y Álvarez, que lograron contrarrestar los dos tantos de quien llegaría a ser un jugador de talla mundial como Uwe Seeler.
Aquella gesta de nuestros juveniles fue, como es lógico, recogida por la prensa de la época, que destacaba que la victoria se había logrado manteniéndose invictos durante todo el torneo; y glosando la figura de aquellos chavales y de su entrenador.
Y Cela, José María Cela, quien fue autor de uno de los goles de aquella final, es también, indirectamente, artífice de este recuerdo que desde la Selección hacemos a nuestros primeros campeones del mundo. Porque un descendiente de aquel futbolista (su hijo, Diego) fue quien nos recordó esta onomástica redonda y quien nos ha provisto de algunas de las fotos que su familia guarda de aquellos tiempos. Así podemos ver, además de los recortes de prensa, imágenes mucho menos trabajadas y más espontáneas, como el tren y el autobús de unos jugadores que se llevaban una guitarra para matar los tiempos muertos.
Esos primeros campeones son pioneros, y justo es reconocerlo y recordarles, en un país que hoy luce estrella mundialista sobre el escudo de sus selecciones masculina y femenina. Nuestras categorías inferiores llenan con sus trofeos internacionales nuestro Museo; y esa senda de victorias empezó hace hoy siete décadas.