Cambian las caras con cada nueva edición del Campeonato de Europa Sub-21 y a causa de las normas de la competición cuando España se estrene en la fase de clasificación el próximo 5 de septiembre deberá contar con jugadores que hayan nacido a partir del 1 de enero de 1992, con lo que sólo siete de los campeones continentales en Israel, podrán repetir en el grupo de Julen Lopetegui.

Así las cosas, se impone la llamada hacia una nueva generación de jugadores. Algunos de ellos ya tuvieron su bautizo en la categoría el pasado mes de febrero durante el amistoso que España disputó en Bélgica y en el que fueron varios los debutantes, muchos de los cuales han defendido la camiseta de la Selección en el pasado Mundial Sub-20 de Turquía.

Es el caso del extremeño Óliver Torres, ya con una amplia experiencia en las diferentes categorías españolas, pues ha sido internacional con los Sub-18 en dos ocasiones y se proclamó campeón de Europa con la Selección Sub-19 en la fase final de Estonia 2012. En su primera aventura mundialista ha alcanzado los cuartos de final, siendo un fijo en el centro del campo de Julen Lopetegui durante la cita turca.

Nacido en la localidad cacereña de Navalmoral de la Mata, Óliver es un firme representante del estilo combinativo que ha llevado al éxito a la Selección, pues está dotado de una técnica sobresaliente y un toque preciso, además de poseer capacidad para la creación de juego, el desborde y destacar en el trabajo defensivo a lo largo y ancho de la línea medular.     

Con una altura cercana al 1´80 y una trayectoria que cotiza al alza, el extremeño es un firme candidato para formar parte de la renovada convocatoria que iniciará su andadura en busca del tercer título europeo consecutivo con la visita a Austria en la primera semana de septiembre.