Actualidad
06 Octubre 2017

CRÓNICA | Ya está: a Rusia

*España golea (3-0) a Albania y se pone inalcanzable para Italia a una jornada del cierre de la fase de clasificación.

*Dieciséis minutos tardó la selección en abrir el marcador (Rodrigo) y solo 11 más en asegurarse la holgada victoria (Isco, 23’, y Thiago, 27’).
 

 
Tal y como estaba previsto, sin sobresalto alguno, con una notable capacidad para golpear, muy segura de sus fuerzas y sin tener que lamentarse por sus vacilaciones primeras hasta encontrar el sitio y el punto justos en el campo, España selló ante Albania su 15º pase a una fase final de un Campeonato del Mundo. La larga racha iniciada en 1934 y continuada en los Mundiales de 1950, 1962, 1966, 1978, 1982, 1986, 1990, 1994, 1998, 2002, 2006, 2010 y 2014 ha añadido esta noche en el José Rico Pérez de Alicante el billete, para la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018. Un total de quince presencias, las once últimas de forma consecutiva. Una historia que habla de lo mucho y bueno del fútbol de la selección de estos pasados 40 años. No muchos pueden decir lo mismo.

Rodrigo inauguró el marcador con un gran gol a los 16’, tras parar el balón y revolverse

 

España necesitaba tres puntos para asegurarse de facto la clasificación, pues resulta impensable que Italia pudiera superarlos en el “goal average” en el partido que cierra la fase de clasificación, aunque España pierda en Jerusalén, cuestión yo diría que impensable a la vista de su actitud y de su superioridad. Y en busca de esos puntos salió desde el principio ante una activada Albania, que libre de responsabilidades y de agobios, es decir, sin nada que perder y mucho que ganar, adoptó una pose aparentemente defensiva, pero de respuesta rápida. Falta de Iniesta y de Busquets, dos tipos de toque en el centro, España dudó durante el primer cuarto del partido, atenazada por algunos nervios, por prisas por resolver la cuestión cuanto antes y por la responsabilidad de una noche especialmente apasionada. No tardó, sin embargo, en reordenar su fútbol, de la mano del omnipresente Silva, como siempre un cuchillo de filo cortante, bien apoyado de cerca por Koke y detrás por Saúl. Rodrigo inauguró el marcador con un gran gol a los 16’, tras parar el balón y revolverse, dotes que demuestran que tiene técnica y potencia, y siete más tarde en el 23, Isco aumentó la ventaja, cruzando lejos de Berisha un remate que culminaba una gran jugada por el interior. Estábamos ya en el tiempo de las virguerías del malagueño, que tanto agradecen los aficionados. Después de una más de ellas surgió otra de las incontables internadas de Odriozola, centro que remató de cabeza Thiago Alcántara como si fuera un especialista del género, el viejo Gerd, “Torpedo”, Müller, astro goleador del Bayern y del que él solo debe saber por la historia futbolística, que tanto le gusta, por cierto. Menos de media hora de juego y 3-0 en el marcador.

Un grupo definido, pero con alternativas

La selección liquidó cualquier duda sobre lo que debía hacer antes de irse al descanso. A pesar de la trascendencia de la noche que debía certificar la “luz verde” a Rusia, España se manejó con holgura una vez superados los titubeos iniciales. Las ausencias de titulares de los de siempre o de jugadores que actúan más que otros, para que nadie se sienta ofendido, como Carvajal, los citados Busquets e Iniesta o Morata fueron respondidas con largueza por los que actuaron, Odriozola, Saúl, el propio Thiago y Rodrigo, confirmando lo que ha sido el denominador común de esta fase de clasificación que echará el telón el próximo lunes, frente a Israel en Jerusalén: un grupo yo diría que bastante definido en cuanto al “once” que se vislumbra hoy, solo hoy, pero con múltiples alternativas y sin que unas ausencias causen daños sin solución. Probablemente ese es uno de los mayores valores del equipo nacional, del que no hace nada dijimos que tiene muy, pero que muy buena pinta. Naturalmente, hay que reafirmarse en todo ello.

La segunda mitad del partido se convirtió en un ejercicio necesariamente obligatorio, como es natural, pero falto de la tensión que pudo haber en el primero y que apenas duró el cuarto inicial ya dicho. Lopetegui, que vivió el partido como si fuese una final, mandó calentar pronto a Asensio, Illarramendi y Nacho, en lo que era una clara demostración de que daba aquello por resuelto. Koke certificó a los 50’ su buena nota de la noche con un espléndido testarazo que sacó como pudo Berisha. Tres más tarde, el meta albanés tuvo que hacer lo mismo a disparo de Rodrigo. Todo en este período fue, como es de comprender, mucho más suave, más sereno, menos decisivo, menos intenso, también. Hasta los espectadores, volcados con el equipo, remitieron en su pasión, seguros de que el reto había sido superado en poco más de un cuarto de hora. Solo la presencia en el campo de Asensio y Aduriz, tras la de Nacho, que suplió a Piqué antes, devolvió cierta chispa al corazón de los aficionados para los que también todo se había solucionado mucho antes.

40 años en la élite

España añadió en Alicante un nuevo triunfo a una trayectoria impecable de la mano de Julen Lopetegui, imponente, además, en la fase de clasificación de la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018, en la que solo ha cedido dos de los 27 puntos en juego en nueve partidos, los del empate (1-1) frente a Italia, en Turín. Una trayectoria soberbia que es de celebrar porque vuelve a colocarnos entre los mejores, lugares que España pisa ininterrumpidamente desde 1978 con una u otra suerte. En Rusia, ya serán 40 años en la élite. Se dice pronto, créanme, pero hay que conseguirlo.