La Selección Española Sub-17 de Fútbol Sala tomó buena nota del primer partido disputado en dos años. El empate a uno contra Francia, cosechado 24 horas antes, dejó un sabor agridulce. El objetivo no era otro que poner punto final a la concentración con las mejores sensaciones posibles. Por norma general, si se quiere acabar de bien, arrancar de la misma manera ayuda. Y así empezó el duelo hispano-luso.

También a los dos minutos de juego, al igual que en la jornada anterior, llegó el premio para el quinteto inicial dispuesto por Albert Canillas. Como no podía ser de otra manera, la estrategia -una de las señas de identidad del combinado nacional en todas sus categorías- dio sus frutos. Saque de esquina en corto para que Juan José Moreno 'Juanico' prolongue al segundo palo, donde Toni Planas se zafa de la marca y logra el primero.

Antes de que los locales tuvieran la posibilidad de inquietar a Yerai Espiñeira, otra gran acción individual de 'Juanico' en el costado derecho del ataque español sirvió para hacer más grande la distancia. Salió hacia fuera, hacia su pierna menos dominante. El ala de ElPozo no se lo piensa un segundo cuando le dan la opción de desbordar. Lo hizo y volvió a buscar la asociación al segundo palo. Francisco Henrique colaboró para introducir el cuero dentro de su portería.

Acertados en ataque y seguros en defensa

La presión, intensa y ordenada, mantenía a los lusos sin claridad de ideas. Por poner un pero a esa gran primera parte colectiva del combinado nacional, habría que incidir en la acumulación de faltas. Con más de ocho minutos para alcanzar el descanso ya sumaban cinco. Sin embargo, la faceta defensiva no se vio alterada. Y la meta visitante, tampoco. El palo le negó el tanto a los de Pedro Palas.

Portugal tiró de orgullo y dio un paso al frente. En cambio, hoy el equipo español no perdió la concentración ni cayó en precipitaciones. Situaciones como estas ayudan mucho a crecer como colectivo. El caso es competir juntos. Estos chicos lo necesitan. Es cuestión de minutos, porque de calidad, conceptos y ambición van servidos. Para muestra, un gol. El tercero llegó gracias a una anticipación en media pista, rápidas combinaciones y definición sobre la línea. 'Juanico' también firmó el tercero. El cuarto se le escapó por centímetros en una jugada idéntica.

El 0-3 supuso una losa para los intereses locales. Pedro Salas decidió entonces jugar de cinco. Situación que también supieron contrarrestar los españoles. El cuarto fue fruto de una acción defensiva portuguesa en la que Abel Vaz peinó un balón largo, ante la que Rodrigo Prazeres no pudo reaccionar a tiempo. El tanto del honor lo puso Tiago Neto, empujando junto al palo un pase tenso.