El Mallorca se permite soñar con otra Copa dos décadas después

Los caminos del Mallorca y de Javier Aguirre vuelven a verse las caras con las semifinales de la Copa del Rey. Ya pasó en el año 2003, efeméride inolvidable para la afición balear, puesto que ese año el equipo que ahora dirige el técnico mexicano se hizo con el trofeo tras doblegar al Recreativo de Huelva en la final por un 0-3. De recuerdo imborrable para la isla, en esa misma edición, Aguirre llegó hasta las semifinales con Osasuna. Caminos separados por aquel entonces que ahora unen fuerzas para tratar de regresar a una final de Copa que, en el caso del Mallorca, sería la cuarta y en el caso de Javier Aguirre a título personal, la tercera.

Ha picado piedra el Mallorca hasta plantarse en estas semifinales, teniendo que dar buena cuenta del Club Deportivo Boiro (0-4) en primera ronda, del Club Deportivo Valle de Egüés (0-3) en segunda, del Burgos CF (0-3) en tercera, den un durísimo Tenerife en octavos de final en una eliminatoria resuelta por 0-1 en la prórroga y del brillante Girona (3-2) en un encuentro inolvidable de cuartos de final en el que los locales llegaron a ir venciendo por 3-0 y tras el arreó final del segundo clasificado de Primera División supieron resistir de pie para avanzar a estas semifinales, quintas en la historia del club.

Un camino impecable logrado a través de la defensa, la solvencia ofensiva y el buen hacer. Los números del Mallorca en esta Copa del Rey son difícilmente mejorables, habiendo anotado 14 goles a favor y habiendo recibido tan solo 2 en contra en los cinco partidos previos a enfrentarse a la Real Sociedad, rival con el que se batirá en duelo por un puesto en la gran final de Copa.