A veces la fórmula de éxito en el deporte se reduce a algo tan simple como a lo que aspiraba el gerente de los Oakland Athletics, Billy Beane -interpretado por Brad Pitt- en Moneyball: "intentar ganar el último partido de la temporada", o lo que muchas veces repiten en fútbol jugadores y entrenadores sobre que uno es tan bueno como su último resultado.

Un enunciado sencillo que sin embargo esconde cientos de horas de dedicación y esperanza en busca de un objetivo común, como tal, el sentido de comunidad es clave para hacerlo posible y este miércoles en Sevilla toda España alentará al unísono por su Selección.

La imagen de la unidad y comunión entre equipo y aficionados que pudo verse este martes en la capital hispalense se acrecentará en cuanto los internacionales salten hoy al césped -18:00 hora peninsular española en directo por Telecinco y minuto a minuto a través de SEFUTBOL- para medirse a Eslovaquia por un puesto en los octavos de final de la Eurocopa.

España se ha enfrentado seis veces a Eslovaquia con un balance de cuatro victorias, un empate y una única derrota 

Será la primera final, el primer encuentro sin margen de error para España en esta Eurocopa en el que una victoria nos dará el pase -como primeros de grupos si Suecia no gana a Polonia- y un empate también nos clasificará siempre y cuando los polacos no ganen a los nórdicos en el otro partido con el que se cierra el grupo E.

Para superar el envite, Luis Enrique cuenta con primera vez con los 24 convocados a plena disposición después de que decidiese no forzar al capitán Sergio Busquets en el partido anterior, con lo que podrían introducirse cambios en el once inicial del seleccionador.

Enfrente estará la difícil Eslovaquia, que sigue ofreciendo una notable imagen en esta fase final, poderosa en acciones a balón parado y que cuenta con futbolistas de calidad, experimentados en las grandes ligas europeas como Marek Hmsik, Vladimir Weiss, Juraj Kucka, además de un potente bloque defensivo en el que destacan el guardameta del Newcastle United Martin Dubravka y el central del Inter milanés Milan Skriniar.

No será fácil como ha reconocido el propio Luis Enrique, pero esta botella de cava a punto de ser descorchada que representa ahora mismo la Selección a juicio del técnico asturiano quiere hacer estallar hoy toda su energía con el apoyo incondicional de sus seguidores. Vencer para gozar de una nueva oportunidad hasta el 11 de julio o, dicho en cántico de hinchada: Este partido lo vamos a ganar.