Sven Schmitz: pasión grana a 1.500 kilómetros

El amor por unos colores no entiende de edades, parentescos ni distancias. Es un sentimiento indescriptible e incontrolable que se apodera de nosotros en cualquier momento.

Este es el caso de Sven Schmitz, un joven alemán que apoya de forma incondicional al Nàstic de Tarragona, conjunto al que vio por primera vez el 16 de junio de 2016. Por aquel entonces, el conjunto tarraconense militaba en Primera División, y Sven, de vacaciones en un Camping de Tamarit, decidió ir al templo grana para disfrutar del encuentro ante el FC Barcelona. Todo cambió aquel día.

Pese a los casi 1.500 kilómetros que separan Tarragona de Colonia, su ciudad natal, nuestro protagonista sintió una conexión especial con el club que ha ido creciendo con los años. Nada frena su ímpetu, pasión y sentimiento. Y, de hecho, esta 'locura' ahora es compartida por sus padres y su pareja, a los que también ha hecho socios. 

Viaje de forma constante al Nou Estadi Costa Daurada para disfrutar 'in situ' del equipo y su afición

Sus tatuajes en brazos y piernas atestiguan la devoción que procesa por el club catalán: "No me gusta ningún otro equipo en España. Este es mi club"

Ahora, aprovechando el contexto perfecto que sirve un Gimnàstic de Tarragona - RC Deportivo (1-1) en Primera Federación, profundizamos en su historia; una historia de amor a todos los niveles.

Que lo que el Nàstic ha unido... que no lo separe nadie.