Han pasado 21 años desde que España afrontara sus últimos cuartos de final en unos Juegos Olímpicos. Aquel día, 23 de septiembre del 2000, la Selección española superó a una potentísima Italia que, entre otros muchos nombres, contaba con jugadores como Abbiati, Gattuso, Ambrosini, Zambrotta y Andrea Pirlo (0-1).

Ahora, tres campeonatos olímpicos después, el rival será Costa de Marfil. Y el escenario el Miyagi Stadium, un complejo deportivo con capacidad para 49.000 espectadores. Así, a los jugadores italianos anteriormente mencionados les sustituirán ahora los Eric Bailly (Manchester United), Kessie (AC Milán), Koumané (Fiorentina) o Gradel (Sivasspor), futbolistas con una gran presencia física que han firmado, junto al resto de sus compañeros, unos números más que destacables en la Fase de Grupos (los marfileños llegan como segundos del Grupo D tras sumar cinco puntos en sus duelos ante Arabia Saudí (2-1), Brasil (0-0) y Alemania (1-1)).

Datos aparte, el partido entre España y Costa de Marfil pondrá frente a frente a dos selecciones que quieren hacer historia en estos Juegos. Para los africanos, conjunto comandado desde el banquillo por Soualiho Haidara, esta será la primera vez que disputen una eliminatoria de estas características. Para los españoles, equipo menos goleado junto a Japón y Egipto en la Fase de Grupos, será la séptima (se alcanzó las semifinales en tres ocasiones).

Ceballos, lesionado, y Óscar Gil, sancionado, no podrán pelear por la clasificación desde el verde. Míngueza, ya recuperado, sí. 

Con todos estos antecedentes, Luis de la Fuente apuntó tras el choque contra los argentinos que "el mejor partido de España está por llegar". Y esa es la ambición del equipo, ofrecer su mejor versión para alcanzar las semifinales, donde, en caso de pasar, esperarían Japón o Nueva Zelanda.

El sueño de pelear por las medallas está solo a un paso.